Sobre una densidad mínima exigida, similar a la de una ciudad jardín, el proyecto busca la creación de un entorno urbano sobre una base agrícola previa.
Primera reparcelación en base a la estructura agrícola preexistente, distribuida siguiendo criterios racionales de regadío. Consecuencia directo es la aceptación del jornal (área máxima de cultivo diario) como dimensión proyectual. Es una medida relativa y topológica, preservada desde la herencia agrícola de la parcela.
Concreción del sistema, entendido como unidad morfológica. Tres escalas de trabajo: radical, unidad y sistema, son pensadas para definir un estado baso del sistema que permita un crecimiento posterior controlado, facilitando herramientas de gestión.
El sistema se pretende flexible y modificable en el tiempo, matizando su estructura según las necesidades. Primero, sosteniéndose a través de un pequeño viario secundario de Amposta, después desarrollándose y expandiendo las unidades, y finalmente incorporándose en la corona urbana de Amposta y ampliándose más allá de los límites de la parcela. El límite máximo abstracto es toda aquella parcela agraria anexa en una población.
