Se trata de la ideación de una estrategia que transforme los límites del puerto en espacios urbanos de alta calidad, especialmente la relación entre tierra y agua en sus diferentes contextos.
Se ha proyectado una estructura capaz de adaptarse al paisaje del puerto, conservando las vistas, pero creando nuevos focos de actividad entorno los espacios públicos. Se propone dar un nuevo uso en los edificios y estructuras existentes y característicos del propio puerto: los silos, las grúas, la planta energética, las estructuras metálicas, etc., como puntos de referencia y encuentro de los diferentes barrios.