La premisa inicial del proyecto es aportar el máximo de luz posible en el interior de la vivienda y aumentar la posibilidad de usos, manteniendo el essencia del piso. Se decide conservar la mayoría de los pavimentos y cielo rasos, realizando la actuación al espacio central: reforzando la estructura y adaptándose a la nueva distribución al colocar una losa de hormigón y modificando el cielo raído para poder pasar las instalaciones y unificar el espacio. El otro actuación indispensable es la apertura del muro de carga, que permite mejorar la calidad de los espacios comunes, en cuanto que a espacio, luz, ventilación y flexibilidad de uso.