Aproximadamente el 4% del agua del planeta destinada a la producción y manufactura de las necesidades industriales humanas, se usa para la producción del algodón.
El volumen aparente metálico de la presente instalación corresponde al volumen de agua necesario para vestir a una sola persona, si el tiempo es benigno, está claro.
El algodón, tan empleado para nuestra ropa y vida diaria, llega a nuestras manos con una obsolescencia preestablecida y sujeto a una renovación forzosa de temporada en temporada. Mostrar la flor original de la planta permite tomar conciencia de las consecuencias medioambientales de nuestro modo de vida.
Nuestro consumo de la primera necesidad humana, el agua, es incompatible con el desarrollo sostenible del planeta.